Haber cursado una carrera universitaria no garantiza tener sentido de la justicia social, sobran ejemplos de licenciados en derecho que desde el gobierno la atropellan. Ser un gran lector tampoco garantiza ser mejor persona, siempre los hubo que observaron conductas abominables. Por lo que hemos visto estos días, ser de izquierdas y ocupar lugares destacados en el gobierno y en el partido, no constituye obstáculo para engrosar la larga fila de la corrupción, Ábalos y Cerdán son una clara muestra de ello.
Y bien que lo hemos sentido y sufrido. De hecho todavía estamos en shock quienes creemos que abanderar un ideario progresista y de izquierdas conlleva la práctica de una conducta ética en lo público y en lo personal. Que un ministro (Ábalos) y un secretario de organización socialista (Santos Cerdán) se hayan comportado como vulgares delincuentes robando al erario público mediante mordidas y amañando contratos para enriquecerse personalmente mientras se comunicaban entre ellos de manera soez, machista y sexista, pone de manifiesto hasta qué punto estaban traicionando los valores que se les supone y decían defender. No hay perdón, ni comprension posible ante tan deleznables conductas. No solo han traicionado a Pedro Sanchez, al PSOE y a su electorado, han delinquido contra la sociedad y el estado. La justicia debe encargarse de que paguen por sus delitos.
Pero la cosa no acaba aquí. Cabe preguntarse cómo ha sido posible llegar hasta este punto, cómo no se detectó antes este engaño continuado en el tiempo. No se trata de admitir que la corrupción es una mala puerta siempre a la espera de que alguien la cruce, se trata de que las instituciones y las organizaciones velen de manera proactiva para evitarla, establezcan los controles necesarios para dificultarla. Y ello solo es posible con transparencia, rendición de cuentas y verificación de los procesos de licitación pública.
Y qué decir de la manera en que los partidos políticos reclutan y
promocionan a sus militante. Si son organizaciones de interés públicos, imprescindibles para la democracia, debieran existir filtros y controles internos para que saltaviñas y corruptos no accedan a puestos de responsabilidad. Es tanto el daño causado, tanta la decepción originada, tanta la desafección política producida por un par de mangantes subidos a las más altas esferas del poder que va a resultar difícil recuperar la confianza perdida. Porque ese es otro de los efectos ocasionados: desafección política en la izquierda, curiosamente, ni a la derecha se le exige valores éticos, ni su carencia se le reprocha.
Otra cosa bien diferente es el oportunismo del resto de socios del gobierno que, viendo la debilidad del PSOE traten de subir la apuesta de su apoyo. En este caso es de antología la pretensión de Yolanda Diaz que reclamar una posición de igual a igual como si la representación parlamentaria y de votos entre PSOE y Sumar fueran las mismas.
La situación política resultante es endiabladamente complicada. Todos los actores políticos, especialmente la oposición, intentan sacar ventaja de la felonía cometida por Ábalos y Cerdán. Lo cual resulta comprensible, por más que repele el papel de inmaculada pureza del Partido Popular sumido en las consecuencias de sus graves corruptelas pasadas. O de VoX que desvía fondos públicos cobrados del estado a una fundación privada controlada personalmente por Abascal.
Pero lo realmente sorprendente es el atrevimiento de los resentidos encabezados por Felipe González, Susana Díaz y Eduardo Madina. Quizá haya olvidado Felipe el tiempo de Filesa, Matesa, el hermano de Alfonso Guerra o los episodios nacionales de Roldán, por no recordar la guerra sucia y criminal de los GAL, un terror similar al de ETA. Madina, un excelente intelectual y mejor tertuliano de la Cadena SER es flor política pasada que perdió su oportunidad en buena lid de primarias. Cómo volver a confiar en quien a una semana de las susodichas primarias pegó la espantá y se quiso retirar, y lo habría hecho de no ser porque sus padrinos de candidatura, entre ellos Ibarra, le tuvieron que leer la cartilla sobre miedo escénico. Que ahora lo apadrine Felipe González ya es suficiente cartel para hundir su hipotética alternativa.
¿Quiere alguien convencernos de que Susana Díaz, Madina o Page pueden encabezar una alternativa solvente y ganadora? Estarán de broma ¿De verdad cree el gremios de los resentidos que este es momento de frivolidades? ¿Seguro que es lo mejor para el país y para el PSOE convocar elecciones en medio del desconcierto y la desesperanza, es ese el amor al país y al partido del gremio del resentimiento?
Coincidamos en que atravesamos una tempestad inesperada y terrible; por lo mismo, en tiempos de zozobra, no hacer mudanza. Pero tampoco de movimientos cortos. No basta con el perdón, la auditoría externa y mover la comisión ejecutiva. Es necesario un reseteo interno de mayor calado que incluya filtros, controles y transparencia para que se restituya la confianza de militantes, simpatizantes y de la ciudadanía. Y una revitalización de los apoyos al gobierno para presentar una moción de confianza. Sin ella, antes o después de las vacaciones de verano, no será posible una salida políticamente admisible de la legislatura. Creo que no,hay otra salida. Como tampoco hay salida sin el concurso de Pedro Sánchez, por más que alcaldes pintorescos como el de Mérida crean que sin Sanchez puede salvar su culo. O quizá lo hace por apuntar maneras.
Lo que es seguro es que no habrá verdadera política para la ciudadanía si no se hace con ética, moralidad pública, comportamiento ejemplar y lealtad. Todas y cada una de estas virtudes, sin faltar ninguna. Y sin resentimiento.
Otras geografías de la corrupción y sus periferias
La corrupción es una mancha densa y oscura que extiende su geografía por lugares insospechados. Muestra su cara más nítida en los políticos corrompidos a la vez que esconde su origen fétido y deleznable. Si hay corruptos es también porque hay corruptores. Gentes, empresas, élites económicas que dan el visto bueno a violentar la libre competencia de las licitaciones públicas ofreciendo mordidas y comisiones a desalmados que extienden presta su mano para recibirlas. Si nos fijamos bien veremos que en el informe de la UCO, que ha servido de base para la actuación judicial contra Cerdán y Cía y en las informaciones que nos trasladan los medios, solo se menciona de pasada a las empresas corruptoras: ACCIONA, SACYR, FERROVIAL, entre otras. Y acto seguido se desenfoca la escena para centrarse solo en los políticos. Y sólo hacía ellos se derivan las responsabilidades; la política y la judicial. No hay reproche social a las empresas corruptoras. Y ya veremos cómo queda la judicial. Quizá solo baste la condena del tal Aldama y poco más, de manera que es muy posible que los dueños y gestores de las empresas citadas se marchen de rositas amparados en una justicia tuerta.
En efecto, hay una parte de la justicia, o mejor, una justicia de parte, que trabaja claramente para el PP y para VoX que sin pudor ninguno da protagonismo y cabida a querellas sin fundamento cuya prolongación en el tiempo permitirá que la otra pata colaborativa - la prensa amiga y partidaria - filtre y difunda bulos y sesgos creando un clima generalizado de decadencia, sordidez y de fin de ciclo socialista. Lo está haciendo el juez Hurtado con el Fiscal General del Estado - obviando pruebas y evidencias que le exoneran - es de todo punto aberrante. La errática instrucción del juez Peinado llevando a cabo una instrucción prospectiva contra Begoña Gómez permite el mosqueo del más ingenuo. La extraña prisa de la jueza que ha instruido el caso de David Sánchez en Badajoz por emitir autos antes de que se aforara Gallardo para intentar atraparle sorprende, pues no se entiende que la justicia pueda ser, a la vez, lenta y rápida; a no ser que se trate de justicia cuántica.
A la par, desde un periferia oscura de la UCO se filtran informes a periodistas de determinados medios para difundan información sesgada y parcial que será utilizada en el Congreso por el PP. Un ejemplo: el informe la UCO, cuando aún se encontraba bajo secreto del sumario, fue facilitado a Pilar Gómez, directora de un pseudomedio denominado Artículo 14.
A todo esto, estamos en presencia de la mayor hipocresía política de la España contemporánea: el PP el más grande y resplandeciente espejo de la corrupción, modelo y ejemplo de su estilo más refinado; herencia directa de la más rancia y profunda España franquista, se ofrece como alternativa reparadora de los desastres del momento. Un PP que está á la espera de 13 juicios por corrupción y que atesora el récord de escándalos por la utilización de los aparatos de estado para tapar sus corruptelas y perseguir a sus adversario. Recuérdese la utilización de una “polícía patriótica” para los citados fines.
No me gustaría finalizar este esbozo de geografías y periferias sin advertir algunos hechos: con razón se exige socialmente un comportamiento ético a las formaciones de izquierda, pero no es de recibo que se exima del mismo al PP y al resto de las derechas. No es comprensible tampoco, que la saña con que se persiguen los delitos cuando los cometen políticos de la izquierda no se aplique con igual contundencia si los ejecutores son la gente de Aznar. Esperanza Aguirre y M. Rajoy son paradigmas de cuanto afirmo. Y una última certeza, hay corrupciones que se pasan por alto: que la mujer de Aznar haya vendido viviendas públicas a bajo precio a fondos buitre y no se haga nada, que solo se investiguen filtraciones si perjudican al novio de Ayuso, que Zaplana haya aducido una muerte inminente para salir de la cárcel y lleve largo tiempo vivito y coleando, o que Camps, probablemente el mayor corrupto de la Comunidad Valenciana, haya sido exonerado de todo delito … es para llorar por la justicia de nuestro país, que pro cierto se siente indignada cuando con toda la razón se la critica.
O que Felipe González, que desde sus mayorías absolutas pudo y debió hacer cambios drásticos, y dejó sin tocar los pilares del franquismo (una justicia patriarcal y de derechas, una policía inbuida de autoritarismo y unos servicios secretos al servicio de la bragueta del emérito) venga ahora a denostar al gobierno y a dictar sus apetencias, si no es traición política se le parece. Y sin lugar a dudas es también periferia de la corrupción, por cuanto pretende suplantar la voluntad de la ciudadanía pretendiendo cambiar un gobierno que no ha cumplido su ciclo y no sido censurado porque el líder de la oposición tiene más miedo que coraje.
Baste esta ilustración de las peninsular corruptas del Partido Popular